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Tomando las cañas del viernes, el amigo me dice que no le
gusta la trilogía de Juan Carrasco porque lo ve todo inverosímil y astracanoso.
Que sí, que te ríes, y que Javier Cámara borda su papel, pero que él acaba
distanciándose porque ningún político puede ser así: tan estúpido, tan inculto,
tan metepatas. Mi amigo -que es un soñador y un pedazo de pan- está convencido
de que un auténtico berzotas como Carrasco no puede ser elevado sucesivamente a
la categoría de alcalde de Logroño, ministro de Agricultura y vicepresidente
del Gobierno, para luego encontrar acomodo en una empresa energética de esas
que nos roban a manos llenas. Bueno: esto último sí se lo cree. Lo otro no.
Mi amigo es de los que aún piensa que la política es para
hombres buenos o malvados, pero siempre competentes y decididos. Mi amigo no
termina de creerse que los estúpidos viven infiltrados en cualquier puesto de
la administración, o en cualquier puesto de venta de pollos. Que hay tantos
imbéciles dando órdenes como recibiéndolas; tantos anormales ganando elecciones
como anormales que les votan sonriendo.
Yo le digo que la trilogía de Juan Carrasco es una
comedia ejemplar precisamente porque no se aleja del retrato diario que aparece
en los periódicos. De lo que se lee, y de lo que se sobreentiende: esa risión
vergonzosa de gran parte de nuestra clase política. Y he dicho “gran parte”,
que conste, y no “toda”, como afirman los ultracentristas que luego votan a la
derecha, o los fascistas que tratan de socavar la legitimidad de la democracia.
El amigo y yo estamos enzarzados en una agria polémica -es un
decir - cuando llega un tercer amigo para contarnos la tragicómica aventura del
diputado del PP que hoy mismo, en votación telemática, por hallarse enfermo en
su domicilio, confundió el no con el sí, o el sí con el no, y avaló sin querer la
reforma laboral del gobierno social-comunista. Si su peripecia completa -el equívoco,
y las carreras, y las excusas, y su cara de panoli- no son puro Juan Carrasco, puro
“Venga Juan”, que baje el dios de las telecomedias y lo vea.
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