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“Uh, vaya lío, los amigos
de mis amigas son mis amigos...” Lo cantaban las chicas de “Objetivo Birmania”
hace la porra de años, casi por la misma época en que estrenaron la película de
Rohmer. A mí me gustaba mucho la chica alta, la que era esbelta y tenía pinta
de practicar el aerobic. No era muy guapa, pero ya hubiera querido yo tener una
novia así.... Me ponía mucho. Mis amigos -y los amigos de mis amigos, supongo-
preferían todos a la chica rubia, que tampoco estaba nada mal. Para empezar,
era rubia.
Me pregunto qué habrá
sido de estas tres criaturas del señor: si regresaron a Birmania para colaborar
con una ONG o se quedaron en Madrid trabajando en cosas aburridas como todo
quisqui.
Pongo esta referencia
cultural porque no sé muy bien qué decir sobre la película. Es la primera vez
que me aburro mucho con una historia de Rohmer. O quizá soy yo, que ando muy
tonto estos días. Desmotivado para el disfrute... Además, llevo encima el primer
catarro de la temporada, y el peso de las jornadas laborales que se acumulan.
Si a Sabina le robaron el mes de abril, a mí me han robado los meses de verano.
Hace nada y menos yo nadaba feliz, y leía, y tomaba cervezas en una terraza...
“El amigo de mi amiga” aborda uno de esos tabúes tontos que se imponen los guapos y las guapas a la hora de ligar. “Si fuiste el novio de mi amiga no puedo acostarme contigo”. Cómo se nota que esta gente no pasaba hambre en su juventud... Otro tabú muy de moda era: “Nos criamos juntos en el barrio, así que acostarnos juntos sería como caer en el incesto.” Y el tabú de los primos, claro, incluso de los primos segundos, con los que había que pedir dispensa para casarse, pero no -juraría yo- para tener una experiencia satisfactoria en lo sexual.
No sé: la gente
guapa es muy rara. Muy selectiva. Se puede permitir estos lujos. Yo, por mi
parte, estuve enamorado sucesivamente de una vecina del barrio, de la exnovia
del amigo y de una prima que vivía tras las montañas. Todas me dieron
calabazas, pero yo, ajeno a estos tabúes, puse todo mi empeño en conquistarlas.
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