En la saga de El Padrino s贸lo se habla de las altas
esferas de la Mafia. De los grandes capos que invierten en casinos o en inmobiliarias,
y tratan directamente con los dictadores bananeros, o con los cardenales del
Vaticano. La patronal del sector, podr铆amos decir. El G-8 de las famiglias.
Pero all谩, en segundo plano, an贸nimos y omnipresentes, haciendo bulto en las
escenas donde se desviven los Corleone, est谩n los empleados de la empresa, que
son los mafiosillos de tres el cuarto. Son los tipos que controlan las
apuestas, que recaudan la calderilla, que ejercen de guardaespaldas, que asesinan
por encargo... Que desbrozan el terreno de una inversi贸n o de una venganza.
Sin ellos, como en cualquier empresa, todo se vendr铆a abajo,
porque los grandes capos ya no est谩n para bajar al fango y jugarse la jeta. Aun
as铆, pasaron casi veinte a帽os antes de que un cineasta viera “El Padrino” y se
dijera: “Voy a hacer una pel铆cula sobre los actores secundarios”. Una sin
glamour, sin mansiones, sin palacios de la 贸pera ni bodas de alto copete. Una
cosa de andar por casa, con tipos feos, mujeres urracas, cafeter铆as cutres, y
s贸lo de vez en cuando, cuando los tipos dan un golpe afortunado, y manejan
buenos fajos de billetes, un local chulo, de moda, con artistas del momento,
donde quiz谩 coincidan a distancia con el alcalde de la ciudad o el juez del
distrito
El cineasta, claro, era Martin Scorsese, que tambi茅n era, a su
modo, uno de los nuestros, uno de los suyos, porque se hab铆a criado en el mismo
barrio que toda esta tropa, y les hab铆a visto delinquir desde peque帽o, y se
sab铆a el oficio aunque s贸lo fuera por aprendizaje vicario. Scorsese encontr贸 en
los testimonios de Henry Hill -el mafioso real que traicion贸 a los Lucchese y a
los Gambino- el veh铆culo perfecto para retratar a sus vecinos de toda la vida,
y rodar, de paso, una de las mejores pel铆culas de la historia.
En un rinc贸n de mi casa sigue habiendo un cartel de Goodfellas
que advierte a los extra帽os de que esto es territorio cin茅filo, y pedigr铆 de
barrios bajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario