Armas de mujer

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Ser una mujer como Melanie Griffith en Armas de mujer no tiene que ser nada sencillo. Ella se mira al espejo y se sabe inteligente, incisiva, capacitada para ascender dentro de los cotarros profesionales. Sin embargo, cuando lanza su gran idea en la reuni贸n, o su gran ocurrencia en la fiesta de la empresa, comprueba que los hombres se quedan obnubilados en su pechamen, indomable bajo los ropas, o en el culamen, que no tiene cr谩neo que lo contenga. Es entonces cuando vuelve a asumir la desgracia irresoluble de las mujeres hermosas: que su inteligencia viene secuestrada en una carcasa 贸sea y no es evidente a primera vista, y que esos tipos hipnotizados apenas han comprendido nada de lo que ha dicho. Ellos carraspean inc贸modos cuando les interroga con la mirada: "Repetidme lo que he dicho...".

     La transici贸n del simio que babea al hombre que escucha a煤n no est谩 perfeccionada por la evoluci贸n, y en esos trances se nos ve el plumero, el pelo de la dehesa, el vello del orangut谩n...

        Es triste, s铆, pero es real, indisimulable. Lo primero que vemos los hombres en una mujer es la belleza, la simetr铆a, la proporci贸n de las formas. Es un escaneo involuntario que los hombres m谩s civilizados finiquitamos (me incluyo) en cuesti贸n de d茅cimas de segundo, antes de recomponer el gesto y mostrarnos interesados en la conversaci贸n. Sin embargo, los hombres m谩s apegados al pasado evolutivo tardan mucho tiempo en procesar, y son como un procesador pentium de los antiguos, que se queda ah铆, rulando, haciendo ruido, atorado en una 煤nica tarea. Al final, la 煤nica diferencia entre el caballero y el cerdo s贸lo es la velocidad de procesamiento. Una cuesti贸n tecnol贸gica. Cuantitativa, pero no cualitativa.

 De hecho, en la pel铆cula, el personaje de Harrison Ford primero es bonobo de la selva, ensordecido por el deseo, y ya luego, con el instinto reposado, y la dignidad restablecida, un amante ejemplar que ha cumplido la transici贸n can贸nica del macho al hombre, del gorrino al civilizado. La aspiraci贸n 铆ntima de las mujeres enamoradas.