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SuperNature

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“SuperNature” no es una película, ni una serie de televisión. Es un monólogo de Ricky Gervais. Pero lo pasan por la tele, por Netflix concretamente, y yo lo he bajado de la mula porque no puedo pagar todas las plataformas del show business. Así que el monólogo es materia opinable para este blog, que extiende su tontería por formatos modernos y variopintos.

Ricky Gervais es uno de los míos: un provocador y un tocapelotas. Un tipo que le ve la ironía a todo: el reverso tenebroso de la bondad, o el reverso descojonado de la maldad. Lo que pasa es que él se atreve a decir las cosas y yo no. Que él tiene los huevos de salir a un escenario y yo los tengo escondidos en el ascensor. Que él tiene vis cómica y yo tengo la gracia en el culo. Y ni eso... Que él es famoso y puede permitirse ciertos pasotes, mientras que yo soy un don nadie sujeto a las leyes de las redes: la censura, o el ostracismo, o la fuga de los cuatro gatos del callejón. Pero vamos, que pienso lo mismo que él: que el humor no tiene límites y que todo -todo- es materia risible y cachondeable. Todo. Existe el contexto, y la oportunidad, y puede que hasta la cortesía, pero fuera de esos conceptos tan sutiles e interpretables, nadie -nadie- debería escaparse del escarnio de un cómico con chispa. Ni yo, que jaleo la iniciativa, ni Ricky Gervais, que se lo pasaría pipa asistiendo a un monólogo que le destripara.

Cierto es que yo no pertenezco a ninguna minoría “ofendible” de las de ahora. A saber qué pensaría metido en cualquiera de esas pieles... Pero lo mío son las minorías de toda la vida: ser funcionario, y gafotas, y pedante con aspiraciones. Y creo que predico con el ejemplo siempre que se cuenta el chiste del funcionario vago, del gafotas pagafantas, del repelente niño Vicente ya algo crecidito. Una vez, en la juventud, una pareja de amigos se puso a imitarme tras una noche de copas: mi dicción, mi vocabulario florido, mi gilipollez supina... Reconozco que durante cinco segundos los odié con mucha profundidad. Pero luego llegó la carcajada, incontenible. 






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