Mostrando entradas con la etiqueta Love. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Love. Mostrar todas las entradas

Sex Education

🌟🌟

No hay vida para ver tanta serie. La verdad es que es un puto agobio, esto de la edad de oro de la televisión. Las series brotan como setas, en cualquier estación del año, diez por semana en la parrilla de la tele: las que arrancan, las que estrenan segunda temporada o ya van por la decimotercera. Las que uno siente la necesidad de revisitar en DVD o tiene que ver obligación, porque un amigo se puso pesado y hay que ver al menos un par de episodios para desecharla con educación. O hacerse -quién sabe-con un inesperado y valiosísimo tesoro, que habrá que agradecerle toda la vida.



     Uno se imagina que en Hollywood han construido unos estudios gigantescos como invernaderos de Almería, o como hangares de Cinecittá, en los que nunca se para de rodar, de enredar, de noche y de día, en turnos de ocho horas con las luces siempre encendidas y las cámaras en acción. Y luego las series que vienen del Reino Unido, y de Escandinavia, y de aquí mismo, que habrán hecho otros estudios descomunales en las afueras de Madrid, al lado del aeropuerto, o en Barcelona, donde los polígonos industriales. Ya todo el mundo produce series que terminan tarde o temprano en Movistar, o en Netflix, o en las miniteles del ALSA que cruza la estepa. Hay tantas series que uno vive acojonado con la posibilidad de perderse alguna fundamental, cojonudísima, y se pasa media vida leyendo reseñas y sinopsis para elegir una entre un millón. El trébol de cuatro hojas.  El problema es que aún así, poniéndose uno científico y exquisito, uno se equivoca, pierde el tiempo, se deja jirones de vida en historias que finalmente se quedan en nada, en una idea sin desarrollo, en una ocurrencia sin continuidad. Muerdes el anzuelo del primer episodio y descubres que allí no había mosca ni gusano. Sólo un artificio para que te enganches, y te saquen del agua apacible donde antes sólo existían las películas, y pocas, muy pocas, series escogidísimas.


    Veo el primer episodio de Sex Education y no me creo una sola palabra de lo que dicen, estos adolescentes frustrados. Ni un solo personaje resulta verosímil o enjundioso. Me ilusiono con la nueva serie de Ricky Gervais, otrora genio y transgresor, y no entiendo qué pinta este hombre fingiendo otros registros en After Life. Leo que Love es una comedia cáustica sobre el asunto del amor, y me encuentro una serie tan moderna, tan sofisticada, que ya no sabes dónde hay que reírse o dónde hay que llorar. Horas perdidas, proyectos truncados, ratos de sol o de lectura que se han ido por el retrete. La vida que se escurre.



Leer más...