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En el colegio donde yo trabajo todas las maestras se llaman Laia -o algo parecido- y también proceden de Barcelona o de lugares equivalentes. La mayoría, sin embargo, no son tan guapas como Verónica Echegui. Pero Verónica Echegui, claro, era una actriz, y no una maestra. Su personaje es insoportable pero al menos no te aburres al contemplarla. Pobre Verónica Echegui, cómo se nos fue...
“La Pedanía, espejo en el cielo”... Aquí también vivimos entre montañas y los chavales sólo conocen su valle y sus costumbres ancestrales. Somos como el Nepal muy poco nevado de la provincia.
Ellas, mis compañeras, son como Laia cuando se levanta de su camastro. A las ocho de la mañana te dicen “namasté” -o se lo dicen a sí mismas- y lucen una sonrisa muy poco contagiosa, toda hecha de entusiasmo. Siempre llegan animadas, parlanchinas, como si madrugar fuera una fiesta en vez de un castigo de los dioses. O no se han enterado todavía o no tienen los años suficientes. A esas horas del desaliento, cuando la gente normal desearía seguir en la cama y que suprimieran la jornada laboral, ellas llegan dispuestas a inculcar un día más los valores trascendentales y los conocimientos imprescindibles. Son unas optimistas patológicas. No conocen el desaliento ni la contrariedad. Si los niños avanzan, pues cojonudo; y si no avanzan, dicen que sí avanzan y ya está. Su labor consiste en pintar la vida de color rosa y luego decorarla con florecitas.
Se sienten elegidas para desarrollar una gran labor social, como los que compran el cupón. Son unas fanáticas de lo suyo. Son como monjas del magisterio y a mí me aterran tan como las otras. Su lema es que la educación es la herramienta definitiva que forma las mentes y doblega las sociedades, y yo no puedo estar más en desacuerdo. Todo está en manos de la tele y de Tik Tok. El progresismo renunció a las pantallas y perdió la guerra cultural.
Los niños nepalíes vivían muy felices sin redes sociales ni escuelas organizadas hasta que llegó Laia para darles el coñazo con la Casita de las Letras y el método Montessori.