Mostrando entradas con la etiqueta Cosmo Jarvis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cosmo Jarvis. Mostrar todas las entradas

Warfare

🌟🌟🌟


Ron Kovic o el teniente Dan también quedaron inválidos después de pelear en las guerras coloniales de los norteamericanos. Pero no me los imagino, a su regreso a casa, participando en una película que recreara la batallita donde cayeron heridos. Ron Kovic porque tenía dignidad y el teniente Dan porque, teniendo dignidad, era un personaje ficticio que salía en “Forrest Gump”. 

La bala que les condenó a vivir en una silla de ruedas actuó al mismo tiempo de despertador de sus conciencias. Comprendieron, en el dolor, o en la resaca del dolor, que su guerra patriótica no era más que una invasión del Tercer Mundo para regular los mercados y allanar el camino de las finanzas. Los marines, en el mejor de los casos, son la carne de cañón que desbroza los senderos económicos. Y en el peor, una pandilla de asesinos que fuera de Arkansas o de Oklahoma ya poseen licencia para matar. 

En cambio, estos inválidos muy reales de “Warfare” -cuyos nombres podría buscar en internet si no fuera porque este sol justiciero, casi de desierto iraquí, me deja asténico y desmotivado- participan como consultores en esta recreación de la batalla de Ramadi que a punto estuvo de enviarlos al cielo de las fuerzas democráticas. Si “Nacido el 4 de julio” y “Forrest Gump” eran dos alegatos antibélicos, “Warfare” es todo lo contrario: un recordatorio de que en Irak combatieron unos machotes para llevar la paz y la prosperidad a los comunistas mesopotámicos. La película es una celebración de la camaradería, del arrojo en batalla, de las ametralladoras de la hostia... En resumen: una mierda pinchada en un palo. Aunque luego, eso hay que reconocerlo, resulte la mar de entretenida. 

“Warfare” es como “Black Hawk derribado” pero sin helicópteros estrellados. Aquí la fuerza aérea pasa a toda hostia sobre el campo de batalla y levanta un polvo de maldición bíblica que confunde a los buenos y a los malos. 




Leer más...

Shogun

 🌟🌟🌟🌟


1. Para entender los enredos históricos que se plantean en los primeros episodios hay que acudir a la Wikipedia. No queda otra. Lo del Tratado de Tordesillas y la piratería de la Pérfida Albión más o menos lo conocíamos, pero las relaciones de los japoneses con el mundo exterior requieren una lectura muy atenta de los artículos. Simplemente lo señalo. No me quejo. Está bien usar el teléfono para profundizar en la trama y no para ausentarse de ella con cualquier gilipollez.

2. Pero luego, ay, el sol naciente se va apagando entre las nieblas y las nubes, que diría cualquiera de estos japoneses arrebatado en un trance poético. “Shogun”, como el 99% de las ficciones televisivas, dura demasiado, y recorta mucho el presupuesto hacia el final. Aquí tiene que haber una razón comercial que se me escapa. ¿Por qué hacen x series con diez episodios en lugar de 2x con cinco? 

3. Corren malos tiempos para los nostálgicos de aquellas primeras temporadas de “Juego de Tronos”. Times are changing. No se ve ni una teta. Y pollas tampoco. “Shogun” es puro mainstream. Yo pensaba que la modernidad iba a traernos una polla por cada par de tetas para igualar la cuenta de excitaciones. La igualdad  Pero no: la revolución del #Metoo nos ha traído un nuevo puritanismo. Las monjas es posible que se reproduzcan por esporas.

4. En Japón, los hombres, cuando rematan una declaración altisonante, no dicen “mecagüendiós” como aquí: dicen “jum”, con un sonido muy gutural, tirando de garganta. Lo que no sé es si “jum” también significa “mecagüendios” o si es una simple interjección carente de obscenidad.

5. Viendo “Shogun” me acordaba todo el rato de Paco Calavera cuando expresaba su perplejidad ante los subtítulos de las películas japonesas. Una frase interminable en japonés suele resumirse con apenas un “te quiero” o un “cariño, está lloviendo”, mientras que un monosílabo a veces desencadena toda una explicación en castellano sobre la toma de Osaka, la organización de los ejércitos  y las negociaciones que vendrán tras la victoria. 

6. Anna Sawai, por votación unánime del jurado, ha sido designada como la Mujer más Guapa del Año. La decimoquinta,  en lo que llevamos de año.




Leer más...