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El caso Asunta

🌟🌟🌟

La he visto casi de un tirón, pero eso no quiere decir nada. No me creo a ningún personaje. Aquí todo el mundo chirría, o sobreactúa, o imposta un acento gallego que da un poco de vergüenza. Hay gente que también habla en castellano o en andaluz y no se le entiende nada de nada. La Rosario Porto de las imágenes reales aún tenía un pase (mínimo) como mujer devorahombres. Pero su recreación... Jodó. 

Solo me creo a Tristán Ulloa haciendo del señor Basterra, quizá porque le miro de lejos y me veo un poco a mí mismo (en lo físico, digo, no jodamos): un tipo alto, desgarbado, con gafas de concha y pelo medio canoso. Parco en palabras y contenido en las emociones. Es el único que no ha hecho caso de los consejos y por eso construye el personaje más verosímil. Lo demás es una feria de histriones.

También me molesta mucho la banda sonora, esa cosa horrísona y machacona de gaitas y tamboriles. Ese subrayado melodramático para algo tan morboso que podía defenderse por sí mismo. Deduzco que la audiencia de Netflix necesita el redoble de emociones para creerse que hay gente mala por el mundo. La gente es estúpida del culo.

Por lo demás, todos conocemos a parejas que también están hasta los cojones de sus hijos. Gente que se dio el caprichito, que cedió a las presiones familiares, que se apuntó a la última moda entre el coro de amistades. Gente, incluso, que los tuvo de buena fe o que los adoptó en un arrebato de bonhomía, pero que luego se vio desbordada por la responsabilidad o porque tuvo que vérselas con un diablo de esos que te hacen la vida imposible. También los hay. 

A estos niños no deseados les salva que existen los abuelitos y que las parejas aberrantes como los Basterra-Porto son más bien infrecuentes. Si es verdad que fueron ellos, se tienen bien merecida la condena. Pero ojo: nunca seremos una sociedad madura hasta que esos hijos de puta que también adoptan perros y luego los abandonan en la carretera o los cuelgan de un árbol sufran las mismas penas de cárcel. Merecen la misma saña mediática en las televisiones. Nombres y apellidos, por favor. Yo nunca he visto la diferencia entre una niña china -o de cualquier lado- y un perrete que era todo amor y fidelidad.




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