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Mi noche con Maud

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La noche con Maud prometía ser un trío sexual que las páginas porno clasificarían como MMF. Es decir, dos hombres y una mujer que deciden enroscarse en una cama tan ancha como su deseo para que nadie se caiga por un lateral o se queden colgando los juanetes. Y la cama de Maud, la verdad, sin llegar a ser redonda, es un cuadrilátero enorme y esponjoso, lleno de cojines y mantitas. Es indudable que si Jean-Louis y Vidal se animaran a la fiesta ella no les iba a desdeñar: su mirada es lúbrica, y su prejuicio inexistente. Qué más da que sea Nochebuena cuando uno ya no cree en el niño Jesús que atisba por las mirillas...

Pero Vidal, que venía muy animado, de pronto se acojona porque teme enamorarse de Maud y quedar atrapado en un erotismo loco que lo desguace. Quizá recordó, en el último instante, cuando ya echaba mano del cinturón, que Sócrates desaconsejaba los placeres sexuales con las personas bellas porque al final te quedabas turulato. Y esto de Sócrates, que casi siempre es una tontería, no lo es tanto cuando se trata de Maud, que te abrasa con la mirada. No has llegado ni a tocarla y ya estás condenado para siempre. Porque la seguirás deseando cuando ella ya no esté, aunque pasen muchos años, en el mayor de los suplicios imaginables.

¿Y Jean-Louis? Jean-Louis se declara católico ante el lecho de Maud, y dice estar predestinado para el amor de otra mujer, a la que acaba de conocer en la misa dominical. No ha cruzado con su desconocida más que dos miradas de soslayo y ya está convencido de que algún día va a casarse con ella. ¿Un romántico, un bobo? El tiempo lo dirá... Jean-Louis cree al mismo tiempo en la predestinación y en la fidelidad pre-conyugal, así que al final decide no acostarse con Maud, que sofoca la risotada, aunque se descojona con los ojos. Del sexo oral entre dos amantes hemos pasado al sexo verbal entre dos amigos que discuten largo y tendido sobre Pascal, el jansenismo, la apuesta arriesgada por el amor verdadero cuando otras tentaciones nos agitan. 

Las películas de Rohmer no enseñan cacho, pero son porno duro para la mente.



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