Mostrando entradas con la etiqueta Basada en hechos reales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Basada en hechos reales. Mostrar todas las entradas

Basada en hechos reales

🌟🌟

Que un espectador de inteligencia poco afilada como la mía se dé cuenta, desde el primer instante, del "enorme misterio" que rodea la aparición de Eva Green en la trama, dice muy poco de Basada en hechos reales, la última película de Roman Polanski. O mejor dicho, del último estreno de Roman Polanski, porque película, lo que se dice película, y además una obra maestra, de las de Polanski de toda la vida,  fue Un dios salvaje, el retrato inmisericorde las vanidades que emanan de la paternidad. Y de la maternidad también, claro. Pero de aquel "acontecimiento histórico planetario" -que hubiera dicho Leire Pajín- nos separan ya siete años, que es casi como decir una vida entera. La de cosas que le han pasado a uno en siete años, que han sido casi como siete vidas, como una existencia gatuna que ya casi finalizo sin resuello. De aquel Álvaro que vio al último Polanski en plena forma ya sólo quedan las gafas y el madridismo irreductible. Hasta los pelos negros de la barba se han ido perdiendo por el lavabo, talados por la afeitadora, para no rebrotar jamás.




    Y mientras tanto, en su exilio de París, octogenario perdido, Polanski ha ido perdiendo fuelle, y frecuencia de paso, y ya sólo se anima a coger la cámara para exhibir a su señora Emmanuelle en películas hechas como al descuido, como mal planificadas. Porque aquello de La venus de las pieles no había por donde agarrarlo, y ésta última, que aquí nos convoca, aunque a veces parece que arranca, y el motor hace como un ruidito prometedor, finalmente se queda en un bluf, en un soufflé relleno de aire y efectismo, tan francés y tan vacío. Así que al final, para rellenar lo que me queda de entrada, uno se ve tentado a glorificar la belleza de Eva Green, que siempre ha sido una actriz de registro peculiar, y de hermosura inquietante, de las que te seducen y te alertan al mismo tiempo, con un algo reptiliano en esos ojos verdes que no anuncia nada bueno, y al mismo tiempo promete emociones únicas... En fin: que cese ya la tonta poesía.




Leer más...