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Escape

🌟🌟


“Escape” cuenta la historia de un trastornado que quiere vivir en la cárcel a toda costa. Él no nació así, desde luego, pero tras provocar un accidente de tráfico en el que murió su mujer ha decidido renunciar a su voluntad y a su curiosidad por el mundo y vivir ya para siempre como Edmundo Dantés en el castillo de If. 

La cárcel, para N., es el paraíso anhelado donde ya no tendrá que tomar ninguna decisión. ¡Al carajo el libre albedrío! La verdadera libertad consiste en no ejercerla: no optar, no elegir, no comerse la cabeza. Horarios estrictos, menús programados, ocios y trabajos marcados por Instituciones Penitenciarias... Y luego, por la noche, lo que pongan en la tele. Y si en las duchas le proponen un borrado de cero, pues bueno, aceptarlo como viene y tomar nota de la experiencia.

Para entrar en la cárcel, N. se pone a delinquir como un bellaco hasta que el juez ya no tiene más remedio que acceder a sus deseos. Todo esto dura más o menos una hora y es la más parte más entretenida de la función. He dicho entretenida, no buena. El resto, hasta el final, es una ida de olla muy grave de Rodrigo Cortés. Un extravío absoluto del oremus. Aunque me ha hecho perder dos horas de mi vida, yo en el fondo me alegro de que “Escape” sea una puta mierda. Estoy un poco hasta los huevos de que Rodrigo Cortés sea tan guapo, tan sensible, tan carismático, tan exquisito... Tan infalible. Pues mira.

Viendo la película me acordaba de Lester Burnham en “American Beauty” cuando decidió dejar su trabajo para dedicarse a cocinar hamburguesas en el McDonald’s. Cero responsabilidades y a vivir. Que manden otros. Yo mismo, el año pasado, me presenté en la agencia de viajes y pedí una excursión por Irlanda en la que no tuviera que decidir nada en absoluto. Dejarme llevar como un borrego por los prados y los pueblos. 

El año pasado también me propusieron ser director de mi cotarro y casi me dio un ataque al corazón. Yo tampoco he nacido para tomar decisiones. La compra en el súper y la película diaria, y poco más. Como el N. de "Escape", yo también he encontrado refugio en una cárcel muy confortable y metafórica, construida a mi medida. Tristona, quizá, pero segura. 




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