Beginning

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Comienzo a ver Beginning sin tener ninguna gana de ver Beginning. Ni una puta gana, vamos... Es un masoquismo que practico cuando “tengo que” ver una película que viene rodeada de la polémica y la disensión. Mi cinefilia, tan improductiva, tiene estas servidumbres, estas ataduras estúpidas, mientras la vida de verdad transcurre ahí afuera, en la primavera que se afianza.

Beginning, por lo que había leído, y por lo que había escuchado en las ondas, es de esas películas que marcan la fractura insalvable entre la cinefilia oficial y la cinefilia de andar por casa. Salvo un crítico muy conocido en este país, que la tachó de “demencial, bodrio, inentendible y dormitiva”, todos los demás se rindieron a su propuesta experimental. A su “arriesgadísimo concepto del cine como expresión del no sé qué...” Y a mí, que soy un cultureta de pacotilla, cuando me hablan de cine experimental -y además rodado en Georgia, pero no en Georgia de Estados Unidos, sino en Georgia del Cáucaso- me entra como una congoja, como una cagalera, y ya me preparo para lo peor arrellanado en el sofá.

Mientras transcurren los primeros fotogramas -en efecto, soporíferos- me distraigo con internet y leo que el pueblo llano se ha dormido en la proyección de la película, o la ha abandonado a los veinte minutos, o se ha echado unas risas con los amigos a cuento de la tontería. O, directamente, se ha puesto a echar un polvo en el sofá mientras allá lejos, en Georgia, los personajes permanecen hieráticos en sus paisajes, sacándole jugo existencial al paso de una nube, o al temblar de unas hierbas. Pero yo me recompongo, insisto, me pongo muy terco al filo de la medianoche. Mejor esto que entregarse a las pesadillas... Y entonces se me va a la mirada a las estanterías que acabo de montar, donde he trasladado todas las películas que tenía en el altillo: son casi mil, una vida entera dedicada a la compra y al goce de la contemplación. Miro Beginning, miro la videoteca, y me pregunto qué estoy haciendo con este “experimento”, cuando tengo toda esta belleza al alcance de la mano.