Almas en pena de Inisherin

🌟🌟🌟🌟

Cuando se pueda, y cuando haya pelas, habrá que visitar Irlanda. Yo ya lo tenía más o menos claro, pero ahora lo tengo más claro todavía. No me quiero perder esos paisajes. Irlanda debe de ser el Paraíso Terrenal, que lo reubicaron más al Norte. Y que le den por el culo al a Mediterráneo. A ese cocedero de langostas. 

Ya vivía enamorado de Irlanda -o de la idea de Irlanda- desde que vi “El hombre tranquilo”. Tenía una cita pendiente en Innisfree para hacer el recorrido de los cinéfilos. No sé lo que allí será verdad o será mentira, porque de los turistas se ríen en cualquier lado, pero me va a dar un poco igual. Será como en el cine, que te engañan, pero todo te parece maravilloso. Ahora, después de ver “Almas en pena de Inisherin”, tengo otra cita pendiente con estos acantilados que no sé muy bien si pertenecen a Inishmore o a la isa de Achill. IMDB no aclara muy bien este asunto. Pero no será difícil encontrarlos. Como todo queda en las islas del oeste, allá donde rompe el océano Atlántico con sus bramidos, será cuestión de desempolvar otra vez el inglés del bachillerato. Lo malo va a ser si me responden con este acentorro que se gastan en la película, a medio camino del gaélico.

Luego llegas allí y nada es como lo pintan. Eso es verdad. Con eso ya contamos. Habrá manadas de turistas, y de moteros, y de gente dando por el culo en general. Y no podremos quejarnos porque nosotros seremos parte del rebaño. Habrá, eso seguro, españoles dando voces en los acantilados, y en los recodos del camino. No faltan en ningún lado por mucha crisis que tengamos. Pero no estoy dispuesto a que me jodan la experiencia. Yo quiero ver el verde, y el mar, y el cielo encapotado. Hay quien dice que Irlanda es como Asturias. Que lo mismo te da Llanes que estos parajes y además te ahorras unas pelas. Pero es la cosa cinéfila, leñe, el homenaje, el irte lejos para presumir un poco de viajado. La cosa pequeñoburguesa.

La peli en sí no tiene ni pies ni cabeza, pero me entretiene de un modo peculiar. Farrell y Gleeson sostienen un argumento insostenible. Supongo que esa amistad rota es una metáfora de las dos Irlandas enfrentadas. Mucha simbología me parece.