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La inteligencia no es lo que nos vendieron en la escuela: no es la cultura, ni la hiperlexia, ni el logaritmo neperiano. Los hechos demuestran que se puede ser un cebollo de campeonato y manejar todo eso con soltura. A mí desde luego me pasaba...
Además, en el siglo XXI, ya te lo chivan todo las maquinitas: las óperas de Mozart y la capital de Mozambique. También el teorema de Pitágoras y la dieta del centollo. Inteligencia -en aquella famosa definición de nuestros estudios- es la capacidad de adaptarse al medio; y en ese sentido, que es el único verdadero, Malik El Djebena, el protagonista de "Un profeta", es un hombre muy inteligente aunque sea analfabeto y lleve sin acudir a la escuela desde los once años, todo el día trapicheando por los bajos fondos de París.
A Malik, por fortuna, no le dan por el culo cuando entra en la cárcel. Los de la mafia corsa son para eso muy tradicionales: ellos asesinan y trafican, extorsionan y emasculan, pero siempre llevan un crucifijo colgado del cuello y ponen pósters de tías en pelotas en sus celdas cochambrosas Eso sí: a Malik le toman por el pito del sereno. Los corsos le ven blando y poco espabilado, medio moro y medio francés. Medio nada. Un híbrido cultural que no encaja en ningún rincón del patio de la cárcel.
A Malik le han caído seis años de condena y no parece que vaya a pasar ni siquiera del primero. Pero joder, con Malik, el profeta... En la cárcel no necesitas conocer la historia del imperio austro-húngaro para ir agarrándote a la supervivencia. Tampoco tienes que comprender la dualidad onda-partícula de los fotones para ir medrando y subiendo puestos en el escalafón. Leo Messi también era un poco así y ya ves tú: parecía medio bobo y en el campo de fútbol poseía una astucia de felino.
(“Un profeta” es una de las tres obras maestras de Jacques Audiard. Ahora que el director francés se ha hecho famoso gracias a “Emilia Pérez” le están dedicando una retrospectiva en Movistar +. Habrá que aprovecharla. Audiard siempre ha vendido mandanga de la buena, de un colega suyo encarcelado, recién traída de Córcega y apenas sin cortar).
