🌟🌟
Esta vez los culturetas
de la radio me han engañado. Yo les sigo a pesar de que la mitad son unos
fachas y la otra mitad unos socialistas desleídos. Pero en cuestiones de
cinefilia me siento uno más de su pandilla. Cada semana apunto sus
recomendaciones y me lanzo al abordaje con la pata de palo y el
loro en el hombro, yo que solo tengo Movistar + porque el sueldo de funcionario
no llega para más.
Los culturetas me han
engañado como a un chino. Y chinos, por cierto, no sale ninguno en “Los anillos
de poder”. Es un fallo morrocotudo. Un insulto a esa etnia olvidada. O puede
que sí, que salgan a partir del episodio 3, viviendo en algún lugar sojuzgados por Sauron o comerciando con los elfos. Me da igual. Yo ya no voy a verlo. Esta serie es un
bostezo disfrazado de superproducción. Una enmienda a la totalidad de Peter Jackson
y J. R. R. Tolkien.
No sé: es como si la
hubieran rodado sólo para afearles un descuido etnográfico que no era tal. Para echarles en cara un supuesto “racismo de base”. "Los anillos de poder" es como una demolición del heteropatriarcado anglosajón de la Tierra Media. Un esfuerzo muy loable, pero tonto, que además, en lo puramente argumental, no tiene ni pies ni cabeza. Porque al principio, sí, salen Sauron y Galadriel, para que quede claro que esto es el universo expandido
de Tolkien. Pero nada más. Lo demás es sacar el CGI a todas horas, y tocar musiquitas con
la flauta, y mostrar la fauna tenebrosa pero inoperante de la Tierra Media.
El problema no es que
haya mujeres empoderadas o hobbits que pertenezcan a todas las razas de la
Tierra. Faltaría más. El problema es que se nota la enmienda. Que se ve la
fórmula. Que estas correcciones políticas te sacan de la Tierra Media. Que no
te crees nada de lo que ves.
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