🌟🌟🌟🌟🌟
(Sigo desgranando las peripecias de Forrest MacNeil en la
segunda temporada de “Review”. Las experiencias tontorronas, o gravísimas, o
bizarras, que tendrá que vivir para luego poder criticarlas, y no como hacemos
a este lado del televisor, que criticamos lo que nunca hemos vivido y nunca
vamos a vivir).
Yo también he concedido deseos, claro, como todo el mundo. Pero
han sido deseos domésticos, de andar por casa: favores, helados, cambios de
canal, encuentros sexuales... Una vez regalé flores a la mujer amada. Pero
hacer feliz a alguien, así, sin añadiduras, creo que no. Soy demasiado difícil.
También tengo que decir, en mi descargo, que nadie me ha hecho feliz: momentos
de felicidad, a lo sumo, como pompas de jabón.
He dado paseos en barca, pero nunca en solitario. Una vez, en
compañía de una mujer, me puse en plan remero olímpico y terminamos encallando
en el arrecife más mohoso y alejado del parque del Retiro. Nunca he sido
enterrado vivo, como Forrest, aunque una vez quisieron enterrarme en vida, que
no es exactamente lo mismo. En la crítica anterior ya le puse seis estrellas a
una reseña. La de esta temporada de Review, precisamente.
Me acojona, hablar en público. Me pongo tan nervioso que me
ruborizo, olvido lo que iba a decir, temblequeo.... Nunca he asesinado a nadie,
y tampoco he dejado que una bola mágica decida por mí en los asuntos de la
vida. Aunque quién sabe: quizá me hubiese ido mucho mejor, fiándolo todo al
azar.
Procrastino a todas horas. No sé impostar la felicidad. Hace quince
años que no hago una lucha de almohadas con mi hijo. No tengo amigos
imaginarios, pero una vez, de chaval, me dio por imaginar que el espíritu de Nietzsche
caminaba conmigo, y yo le explicaba las maravillas tecnológicas y deportivas
del mundo moderno.
¿Teorías de la conspiración? Sólo una, y original, pero no la
puedo escribir aquí. Nunca me han perseguido con un fusil en ristre, como si yo
fuera un jabalí, pero una vez me tuvieron entre ceja y ceja y casi acaban
conmigo. Sobreviví.
No hay comentarios:
Publicar un comentario