🌟🌟🌟🌟
Por la misma época en que se estrenó “El renacido” -que nos
dejó a todos tan asqueados y maravillados que todavía hoy no sabemos qué pensar
de la pinche ocurrencia- jugaba en los Golden State Warriors un fulano llamado Shaun
Livingstone que venía de romperse una rodilla por cuatro sitios, y de quedar
desahuciado para el juego según nueve de cada diez traumatólogos -vamos, como
si se la hubiera destrozado un oso grizzly en un encontronazo por el bosque- y sin
embargo ahí estaba, el bueno de Shaun, jugando de base suplente de Stephen
Curry para mantener el partido siempre calentito y en tensión: sus doce puntitos,
su puñado de asistencias, su par de defensas cojonudas hasta que la rodilla
emitía señales de cansancio o Curry volvía a sentir el picorcito en las muñecas
y pedía regresar.
Guillermo Giménez, en las retransmisiones de Movistar +, llamaba
a Shaun Livingston “El renacido”, y Daimiel, a su lado, se descojonaba de la risa
mientras buscaba una estadística en sus papeles para confirmar el renacimiento
del muchacho. Ahí fue cuando comprendí que “El renacido”, la película salvaje y
asalvajada de González Iñárritu, quizá no se iba a quedar para siempre en el
contenido, pero sí en su continente. El meme cultural que se reproduciría como
un gen de Dawkins iba a ser el título, y no la película en sí. De hecho, ya
casi nadie se acuerda de “El renacido” un lustro después. El otro día, en la
tienda de segunda mano, vi su Blu-Ray en una estantería menor, de las de altura
rodillera, a un precio indigno de una película oscarizada que cuenta con Leonardo
DiCaprio en su portada, aunque sea envuelto en pieles, y con la cara magullada,
y en un tris de morirse justo después de ejecutar su venganza implacable.
Yo mismo -quiero decir- soy un renacido, uno que también tuvo
su encontronazo en el bosque y tardó lo mismo que Shaun Livingston en volver a
las canchas y ponerse a jugar. Me he apropiado el apodo, el nickname, aunque me
parezca tan poco a Leonardo DiCaprio cuando se pone guapo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario