Steve Bannon. El ideólogo de Trump

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Donald Trump no es republicano ni demócrata. No tiene ideología. Bueno, sí, una: él mismo. El trumpismo, como aquí tuvimos el gilismo, en tiempos de Jesús Gil, que es el personaje más parecido a Trump que puedo recordar. Si Trump vive rodeado de misses del Universo y de top models de la Galaxia, Gil se bañaba en un jacuzzi con chicas de Tele 5 que también estaban de buen ver. Marbellíes, o traídas de Madrid, de la orilla del Manzanares. Por ahí poco que envidiarle, al amigo americano. Por lo demás, Jesús Gil también era un prefascista, un chabacano, un semianalfabeto, un deslenguado... Pero un tipo más listo que el hambre, como el tío Donald, tan zafio y tan chusco como él. Y tan inteligente, y tan peligroso.

    Trump no es nadie en realidad. Sólo es el fantoche de sí mismo. Un ególatra con suerte. Trump sale al escenario y hace su papel: mueve los brazos, gira los pies, abre la bocaza, pero sólo es una marioneta de la que nunca vemos los hilos. En eso no se parece nada a Jesús Gil, porque Jesús Gil era genuino, autosuficiente, creado de la nada, como Dios nacido en un páramo se Soria. Trump es un personaje creado. Un premio Oscar al mejor guion adaptado. Una camarilla de ultraderechistas le vieron un día en la tele y pensaron: “¡Hostia! Este tío, bien dirigido, bien repeinado, es oro puro para convencer al paria de que vote contra sí mismo”. En Trump vieron al monologuista capaz de convencerte de que un tiro en el pie es lo que mejor que puede sucederte Y el americano medio -como el europeo medio, como el españolito medio- lleva años pegándose tiros en el pie. A Trump lo auparon ideólogos como Steve Bannon, que son tipejos de moral laxa, valores marciales, racismos rampantes... Paramilitares con una especie de pedrada, o de sociopatía, de diagnóstico escabroso en cualquier caso, criados en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Canela fina.

    Digamos, para entendernos, que Steve Bannon fue a Donald Trump lo que Miguel Ángel Rodríguez es ahora para Isabel Díez Ayuso. Creador y consejero. Un Geppetto del muñegote. Yo también me pegaría un tiro en el pie, si ella me sonriera con esos ojos tan sexys, y yo pudiera votarla en mi circunscripción...